En el mundo financiero, las acciones representan una puerta abierta al crecimiento y la rentabilidad. Comprender sus fundamentos es clave para cualquier inversor.
Definición de una acción
Una acción es una participación en la propiedad de una empresa que otorga al inversor derechos sobre los activos y las ganancias generadas.
Al comprar acciones, te conviertes en accionista o socio. Estas se dividen en partes iguales y su valor está determinado por la capitalización de la compañía. Por ejemplo, si una empresa vale $100 y emite 100 acciones, cada una tiene un valor teórico de $1 antes de cotizar en bolsa.
A lo largo de los años, las acciones han pasado de intercambios informales a mercados estructurados. Su esencia permanece: representar el valor económico de una empresa en forma de títulos negociables.
Cómo funcionan las acciones
El precio de una acción se forma en función de la oferta y la demanda en bolsas como la NYSE, Nasdaq o mercados locales en cada país.
Cuando muchos inversores quieren comprar y pocos venden, el precio sube. A la inversa, si predominan las ventas, baja. Este mecanismo refleja la percepción sobre la salud financiera y el futuro de la compañía.
Para operar necesitas un bróker, que puede ser tradicional o una plataforma online. A través de ellos emites órdenes de compra y venta, gestionando tu cartera de forma directa o mediante algoritmos de trading.
Además, los inversores utilizan dos enfoques principales: análisis fundamental y técnico eficiente ayuda a decidir el momento de entrada y salida. El análisis fundamental evalúa cifras contables, mientras que el técnico estudia patrones de cotización.
Motivos para invertir en acciones
Existen razones de peso para considerar las acciones en tu cartera:
- Obtener crecimiento sostenido a largo plazo con la revalorización del precio.
- Recibir reparto periódico de dividendos confiables de empresas consolidadas.
- Aprovechar la especulación a corto plazo comprando barato y vendiendo caro.
Estos incentivos se complementan con la posibilidad de acceder a sectores innovadores, como tecnología o energías renovables, donde el potencial de crecimiento puede ser elevado.
Tipos de acciones
Dependiendo de los derechos que ofrecen, las acciones pueden clasificarse en:
También existen acciones no cotizadas, que no se negocian en bolsa, y privilegidas, con condiciones especiales definidas por estatutos.
Derechos fundamentales del accionista
Como propietario de acciones, te asisten derechos:
- Ejercer voto en juntas y proponer temas.
- Recibir dividendos cuando se distribuyen las ganancias.
- Preferencia en la suscripción de nuevas emisiones.
- Acceder a informes de gestión y auditoría.
- Participar en la liquidación proporcional de activos.
Estos mecanismos buscan proteger al inversor y fomentar la transparencia empresarial.
¿Para qué sirven las acciones?
Para las empresas, emitir acciones es vía de financiación sin incrementar la deuda. Permite captar recursos para invertir en proyectos, investigación o expansión.
Para los inversores, las acciones son una herramienta de diversificación y rentabilidad. Combinar empresas de distintos sectores reduce riesgos y optimiza retornos.
Además, ofrecen flexibilidad: se pueden negociar en cualquier momento hábil de mercado, a diferencia de otros activos con plazos fijos.
Cómo ganar dinero con las acciones
La rentabilidad proviene de dos fuentes principales:
Plusvalía o ganancia de capital: se consigue al vender acciones a un precio superior al de compra. Con el tiempo, compañías de alto crecimiento pueden multiplicar su valor, lo que enriquece a quienes invirtieron temprano.
Dividendos: algunas empresas distribuyen parte de sus beneficios entre los accionistas. Quienes buscan ingresos periódicos suelen elegir compañías con historial de pagos estables.
La combinación de ambas estrategias permite crear un flujo de ingresos mientras se preserva y hace crecer el capital.
Riesgos de invertir en acciones
La renta variable implica incertidumbre. Entre los principales riesgos destacan:
- Volatilidad: fluctuaciones bruscas de precio en momentos de crisis o cuando cambian las expectativas.
- Riesgo específico: problemas internos de la empresa, como mala gestión o deudas excesivas.
- Riesgo de mercado: eventos macroeconómicos o geopolíticos que afectan a todo el sector.
Para mitigar estos riesgos, es vital aplicar una gestión disciplinada y diversificar adecuadamente.
Mercados y procesos de negociación
Se operan dos mercados esenciales:
Mercado primario: emisión de nuevas acciones para captar fondos directamente por la empresa. Se materializa en una Oferta Pública Inicial (OPI).
Mercado secundario: compraventa de acciones existentes entre inversores en bolsas reconocidas. Aquí fluye la mayor parte de la liquidez.
El acceso a estos mercados depende de regulaciones locales y de la plataforma elegida. Existen también mercados OTC (over-the-counter) para acciones no cotizadas.
Estrategias y elementos a considerar
Al diseñar tu plan de inversión, considera estos puntos:
- Horizonte temporal: inversión a corto o largo plazo, según tus objetivos.
- Selección de empresas: balance financiero, crecimiento de ingresos y posición competitiva.
- Diversificación sectorial y geográfica para reducir riesgos.
- Monitorización constante y ajuste de la cartera.
- Uso de derivados para cobertura en carteras avanzadas.
Con estas bases, podrás adaptar tu estrategia a tu perfil de riesgo y expectativas.
Historia breve de las acciones
El intercambio de participaciones tiene raíces en Mesopotamia, pero tomó forma en el siglo XVII con la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, precursora de la primera oferta pública.
Durante los siglos XIX y XX, las Bolsas de Valores modernas se expandieron globalmente, estableciendo normas y sistemas de compensación que garantizaron confianza a los inversores.
Hoy, la digitalización permite operar desde casa, con acceso a mercados de todo el mundo las 24 horas.
Cómo empezar a invertir en acciones
Para dar tus primeros pasos:
1. Elige un bróker regulado con comisiones competitivas y buena atención al cliente.
2. Abre una cuenta de inversión proporcionando la documentación requerida y cumpliendo con la normativa KYC.
3. Deposita fondos mediante transferencia bancaria o tarjeta según tu conveniencia.
4. Define tus objetivos, perfil de riesgo y porcentaje de asignación en acciones.
5. Realiza tu primera orden de compra y establece órdenes de protección como stop-loss o take-profit.
6. Revisa tu portafolio periódicamente y ajusta posiciones según la evolución de los mercados.
Invertir en acciones puede parecer complejo, pero con gestión disciplinada y paciencia podrás construir un patrimonio sólido y aprovechar el potencial de crecimiento del mercado. La formación continua y el control emocional son tus mejores aliados en este viaje.
Referencias
- https://international.schwab.com/es/productos-de-inversion/acciones/que-son-las-acciones-de-la-bolsa-de-EEUU
- https://www.euroinnova.com/blog/latam/acciones-bursatiles
- https://chile.larrainvial.com/lv-insights/finanzas-personales/que-es-una-accion-bursatil
- https://www.bbva.com/es/salud-financiera/que-son-las-acciones-como-funcionan-y-cual-es-su-origen-historico/
- https://elexitodelesfuerzo.com/accion-bursatil/
- https://www.mitrade.com/es/articulo/acciones/conceptos-basicos/tipos-de-acciones-en-bolsa
- https://www.estrategiasdeinversion.com/herramientas/diccionario/mercados/acciones-en-bolsa-t-1401